
Llegados a este punto tenemos claro cuál es el plan y el presupuesto al que queremos llegar. Para ello previamente es necesario tener un control absoluto y pormenorizado de los gastos.
Por dos motivos fundamentales, el control de los gastos nos permitirá:
– Optimizarlos, reducirlos o incluso eliminar los gastos menos necesarios. De esta manera podremos disponer de una cantidad mayor cada mes para invertir.
– Mantener un ritmo de vida menor y por tanto tener un objetivo final menor y más accesible para nosotros.
1.- Clasificar los gastos
Para empezar, a mí me gusta dividir los gastos en grandes grupos que me permiten entender mejor las prioridades:
1.1. Gastos fijos: aquí pongo los gastos que son inamovibles, sobre los que no puedo actuar. En mi caso como soy autónomo y tengo la cuota de autónomo, seguro de salud y la gestoría que me lleva la presentación de impuestos. Identifica los tuyos.
1.2. Gastos de vivienda: alquiler o hipoteca, comunidad, gastos de agua, luz, gas, wifi, teléfono, seguro de hogar, seguro de vida para la hipoteca (si procede), alquiler de garaje, servicio doméstico, IBI de la vivienda, etc.
1.3. Gastos de comida y compra para casa: aquí se incluye los gastos de alimentación y compra para casa, no los gastos en restaurantes ni de ocio.
1.4. Gastos de transporte: incluyendo aquí el gasto del vehículo, seguro, consumo, mantenimiento, impuesto de circulación, etc
1.5. Gastos de los niños: fundamentalmente incluyo los gastos de educación de los niños, colegio, actividades extraescolares, gastos de dentista, etc. La alimentación no la pongo en este grupo porque ya está incorporada en el tercer bloque.
1.6. Gastos de ocio: aquí es donde pongo los gastos de restaurantes, viajes, etc. Se recomienda hacer un presupuesto, de esta manera por ejemplo si te marcaras un objetivo de 3.000€ en las vacaciones de la familia el presupuesto mensual tendría 250€; así prorrateas cada mes y lo vas guardando para cuando llegue el momento. Es muy recomendable marcarse un presupuesto objetivo y cumplirlo, porque en mi opinión es aquí donde más se puede desfasar el gasto al ser completamente variable.
1.7. Compras varias: éste sería el cajón desastre, donde yo incorporo generalmente los gastos que no están en los otros apartados: compras puntuales, deporte, farmacia, ropa, etc. Nuevamente esta última partida puede sufrir un gran descontrol, por tanto merece la pena marcarse un presupuesto y ser estricto en su cumplimiento.
1.8. Inversión: aunque lo haya puesto el último (de forma intencionada) se debe pre-fijar y concebir como un gasto mensual, comprometido y planificado. Y deberías por tanto realizar y automatizar la aportación de forma periódica, a principio de mes, una vez cobrado para en ningún caso tener la tentación de dejar la aportación periódica para final de mes y condicionada por lo que te haya sobrado. Correspondería, por tanto, a las aportaciones periódicas que nos hemos establecido como prioridad para alcanzar nuestros objetivos.
2.- Control de gastos
Teniendo esta organización clara vamos a intentar identificar cómo controlar dichos gastos, intentando tener un registro. Para ello existen varias herramientas recomendadas:
– Puedes anotar los gastos diariamente y de forma pormenorizada, en una hoja de cálculo, anotando cada gasto.
– Puedes utilizar herramientas como Fintonic, que se conectan a tu banco y a tu tarjeta de crédito y te ayuda a automatizar este proceso.
En mi experiencia recomiendo la segunda, fundamentalmente porque yo ya tengo un control adecuado y trabajado y lo que me permite es validar y chequear que sigo por el buen camino cada mes.
¡Vaya por delante que no tengo ningún interés con Fintonic! Únicamente recomiendo lo que yo utilizo y que creo que aporta valor.
Con una herramienta como esta puedes conectar tus cuentas de banco y tus tarjetas de crédito y te lee todos los movimientos que realizas. De forma automática y utilizando inteligencia artificial identifica los gastos y los categoriza de forma bastante precisa en una serie de grupos de gastos bastante bien pensados y que cuadran bastante con los grupos que yo tengo definidos: hipoteca, alquiler, seguros, restaurantes, electricidad, deportes, etc.
En mi caso, lo que hago es cada cierto tiempo (una vez al mes sería suficiente) entro en la aplicación, reviso los gastos y los recategorizo, porque hay veces que algunos gastos no los entiende adecuadamente.
Por último, de vez en cuando actualizo los gastos en mi hoja de seguimiento, lo suelo hacer como mínimo una vez al año y chequeo y controlo que mantengo el nivel de gastos a raya.
Para ello repaso cada una de las categorías, reviso el gasto anual y lo divido entre 12. De esta manera tengo el promedio mensual del gasto de una partida concreta.
Por poner un ejemplo, para conocer el gasto mensual promedio que tengo en alimentación:
– Filtro por el año 2021
– Busco la categoría de alimentación, por ejemplo 6.000€
– Divido entre 12 meses, por lo que tendría un promedio de 500€ al mes en el 2021 que me serviría para proyectar el año siguiente.
De esta manera si lo realizamos para cada una de las categorías de gasto y lo apuntamos correctamente podremos tener nuestras previsiones.
Es verdad que ciertos gastos: gasolina, alimentación, electricidad, etc precisamente están muy afectados por la inflación, pero podríamos hacer una estimación para el año siguiente aumentándolos un 5-10% por ejemplo.
Como comento, yo esto lo hago a principio de año, a principios de enero por ejemplo, reviso todos los gastos, recategorizo (si no está ya hecho) y prorrateo entre los 12 meses para proyectar lo que van a ser mis gastos del año que acaba de empezar. Y así me puedo planificar mucho mejor.
Pero si es la primera o primeras veces que te enfrentas al control de tus gastos, te recomendaría hacerlo más a menudo, quizás cada trimestre, no sólo la planificación inicial sino también la validación de que estás cumpliendo el presupuesto.
De hecho, la propia herramienta te permite establecer un presupuesto y te marca las desviaciones sobre dicho presupuesto.
3.- Plantilla para controlar gastos e ingresos
Adicionalmente a la utilización de una herramienta como he comentado lo siguiente es apuntarlo en mi hoja de ingresos y gastos.
Rellenando este formulario podrás descargar nuestra plantilla con la que podrás llevar tu propio control y seguimiento.
Como yo la utilizo es haciendo una copia de la pestaña para cada año, de esta manera como cada año puede cambiar la situación personal, aparecer un nuevo miembro en la familia, etc podrás ver en un futuro cómo han ido creciendo tus ingresos y tus gastos.
Dice la sabiduría (y no puedo estar más de acuerdo) que no se puede tomar decisiones sin información, por lo que ya hemos cumplido el primer objetivo que es recopilar la información, monitorizar los gastos y tener el conocimiento sobre ellos.
No olvides que esta frase tiene una segunda derivada: más peligroso que tomar decisiones sin información es tomarlas con información equivocada.
Nunca te olvides por tanto de esto a la hora de ser coherente y preciso y, sobre todo, no te engañes a ti mismo.
4.- ¿Cómo minimizar los gastos?
El siguiente paso sería ya arremangarnos e intentar actuar sobre los gastos. Vamos a trabajarlos para intentar minimizarlos.
Hay corrientes que apuestan por el “lonchafinismo”, un término que viene de recortar todo tipo de gastos, hasta incluso la comida, controlando el grosor de las lonchas que comemos para reducir así los gastos, es decir, vivir con lo justo, escatimar todo tipo de gastos y rascar hasta de lo más básico.
Desde luego esa no es mi filosofía, recuerdo que estamos hablando de un viaje de más de 10 años, por lo que merece la pena disfrutarlo y no obsesionarse.
Vamos punto por punto. Bajo mi punto de vista cómo abordo mi análisis y optimización de gastos:
4.1. Análisis y ponderación de los gastos:
Lo primero sería hacer un ejercicio de cálculo para entender qué porcentaje supone cada gasto sobre el total del importe. Posiblemente los 3 ó 4 gastos principales supondrán la mayor parte del importe: vivienda, alimentación, transporte, etc
Ordenando los gastos de mayor a menor porcentaje aplicaremos la lógica de Pareto: el 20% de los gastos suponen el 80% del importe total. Intentando optimizar al máximo esos gastos principales seguramente consigamos un ahorro importante.
4.2. Optimiza tus gastos:
A pesar de que la mentalidad de abundancia es importante y no tenemos que basar nuestro ahorro en eliminar cosas necesarias vamos a intentar pensar en cómo podemos reducir algunos de nuestros gastos.
Voy a poner algunos ejemplos que pueden ayudarnos a reducir algunas facturas:
– Concentra todos los seguros en una única compañía: muchas compañías ofrecen descuentos importantes al gestionar varios seguros. En cualquier caso, revisa las pólizas y coberturas porque muchas veces estamos pagando de más.
– Optimiza tu factura de electricidad: revisa tus tarifas de la compañía eléctrica, incluso en muchos casos puede convenirte cambiar de compañía. Intenta optimizar el consumo utilizando los electrodomésticos en horas de menor coste. Incluso aunque parezca una tontería, en invierno, abrígate convenientemente para estar en casa y minimizar el uso de la calefacción… Aunque parezca muy obvio conozco muchos casos que no lo hacen así.
– Optimiza tu compra de supermercado: realizando la compra online con una lista de la compra vas a optimizar mucho lo que compras y podrás revisar lo que necesitas, planificarte, incluso evitar tirar comida. Además podrás revisar tranquilamente los precios para comprar de forma óptima.
Además, planificando la compra y evitando momentos que tengas mucha hambre evitarás comprar cosas innecesarias. Si a eso le añades una dieta saludable, sin caprichos, dulces, etc tu salud y tu bolsillo lo agradecerán de igual manera.
4.3. Reflexiona tu estilo de vida y qué es lo que realmente te hace feliz
Para mí, aquí está la clave que te va a ayudar a cumplir tus objetivos personales porque desde luego lo más importante es que priorices lo que te hace feliz. Y, en mi opinión, éstas son las cosas de las que no deberías desprenderte.
Ejemplos hay muchos, se me ocurren varios:
– Si tu mascota te hace muy feliz no puedes recortar ese gasto por mucho que suponga una parte importante del presupuesto.
– Si te hace feliz el deporte necesitarás comprar a menudo material, pagar sesiones, gimnasio, pistas, etc
– Si te apasiona viajar tendrás que planificarte y disponer de una parte de tu presupuesto para ello.
Pero claro, la dificultad está en si tienes muchas aficiones, en ese caso tendrás que priorizar y desde luego acoplar tu estilo de vida a tu presupuesto.
No te olvides que nos hemos marcado un objetivo de ahorro de mínimo que tenemos que cumplir.
De esta manera, priorizando, serás capaz de seguir este camino largo pero sin olvidarte de disfrutar el mismo.
Por poner un ejemplo personal, y profundizaré en el siguiente punto, yo no valoro las cosas materiales, las marcas de ropa, la marca del vehículo, etc. No significa que no vaya correcto, con mi estilo, el coche esté acorde a las necesidades de mi familia, etc. Pero en mi caso, evitando caprichos o compras materiales que a mí no me aportan nada, soy capaz de ahorrar mucho dinero al año.
Yo juego a Padel y prefiero destinar dinero a jugar partidas, a una pala y a comprar bolas que a ir siempre a la última con la ropa, zapatillas, mochila y toda la equipación de la mejor marca. Jugar me hace feliz, la marca de la camiseta no me aporta nada.
4.4. Evita al máximo el apego a las cosas materiales
Este punto está muy relacionado con el anterior, pero va más allá. En el caso anterior estábamos hablando de tener un presupuesto para destinar a nuestra felicidad, para hacer que el camino hacia la libertad financiera sea pleno y que no tengamos una sensación de escasez, sino de plenitud.
A este punto habrá que añadirle el placer de tener unas inversiones o fuentes de ingresos que nos paguen lo que nos hace feliz. Por ejemplo, un piso que nos genere 200€/mes de cash flow que nos permita acumular para unas vacaciones en verano de toda la familia. Te aseguro que se disfrutan mucho más.
Pero aquí estamos hablando del apego a las cosas materiales, a objetos que quizás no te aportan más que una sensación efímera en el momento en el que lo compraste, un bolso, un reloj, unas zapatillas, un objeto que ahí está, que te cumpliría la misma función que otro similar pero a mitad de precio.
Como dice la Ley de Parkinson y lo habrás vivido en tu experiencia, la cantidad de cosas que acumulas aumenta en función del espacio que tienes para almacenar. Es decir, cuantos más armarios tengas y más espacio tengas, más cosas comprarás.
Y la realidad, como habrás vivido en muchas ocasiones, cuando haces el cambio de ropa de armario de invierno a verano o viceversa te das cuenta de la gran cantidad de prendas que no has utilizado en toda la temporada.
Mi recomendación en estos casos, pero en general mi filosofía de vida es que cuantas menos cosas tengamos menos espacio y tiempo destinamos a cosas materiales y más espacio y tiempo nos queda para cosas más importantes.
Con una mentalidad de desapego hacia lo material podrás destinar más tiempo y más recursos a las experiencias que te aporten más valor, podrás ser más feliz y será más fácil alcanzar tus objetivos de vida.
5.- Conclusión
Por concluir este capítulo orientado a los gastos, es muy posible que haya comentado cosas muy contrarias a tu forma de ver la vida o aspectos a los que no estés dispuesto a renunciar. Lo entiendo y, como todo en la vida, la clave está en el equilibrio. Cada uno tiene sus prioridades, sus límites y sus sueños.
Recuerda siempre que el objetivo final de la reducción de gastos es facilitar tu camino hacia la libertad financiera pero tiene que ser un camino feliz, pleno y abundante.
No merece la pena llegar a la meta si no has disfrutado el viaje.
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- 22 de mayo de 2022